Este colorido y juguetón jardín ubicado en una residencia familiar en el sureste londinense, fue diseñado pensando en los niños con patrones que invitan al movimiento y la exploración.
Así mismo se planteó una zona de relax rodeada de plantas aromáticas como la salvia o el romero para crear un lugar perfecto para el descanso.
Se buscó mantener los ejemplares arbóreos presentes anteriormente y se incluyeron un elevado número de especies atractivas para polinizadores, mariposas y aves, como el petirrojo, frecuentes en la zona.